Los seis cuentos que componen Carrusel (Kintsugi, 2018), de Enrique Decarli, proponen un lenguaje particular, que deja abierto el sentido para que sea el lector, en última instancia, quien termine de completar las imágenes. Con cuentos de largo aliento, el ritmo narrativo propuesto por el autor introduce al lector en una suerte de encantamiento del que es difícil salir, incluso minutos después de haber terminado el relato.