Los artículos incluidos en este libro enfatizan un aspecto siempre presente en la obra de Paul Ricoeur: la noción de paradoja existencial. La extensa y rigurosa obra de este filósofo francés vino a complementar una tradición de reflexión filosófica que ha reconocido en San Agustín, Blaise Pascal, Sören Kierkegaard, Miguel de Unamuno, entre otros, a algunos de los pensadores que no evitaron abordar la problemática del yo encarnado, filósofos que no eludieron la dificultad de pensar a fondo la realidad del hombre de carne y hueso. De este modo, al momento de pensar sobre la realidad humana, no cedieron a la tentación de incurrir en generalizaciones teóricas de talante reduccionista.