Estas páginas quieren ser una presentación, en un lenguaje distinto del habitual, de algunos dichos y hechos de la vida de Jesús, que han sido escogidos y largamente rumiados, con el anhelo de que puedan servirles de ayuda memoria a quienes ya los conozcan, y quiera Dios que ello conlleve un aumento del apego a su palabra, que es por sí misma motor de vida y generadora de esperanza. Por otra parte, si tuviera la dicha de que llegaran a manos de alguien que nunca los hubiera descubierto, despertando su curiosidad, y ésta lo llevara a abrevar en los evangelios, en el sencillo y trasparente lenguaje de las traducciones habituales, me sentiría doblemente satisfecho. Pongo el presente trabajo en las manos dulcísimas de Nuestra Señora de Luján, la Virgencita Gaucha, para que ella lo haga llegar hasta aquellos que el Espíritu le inspire. (N. F. B.) - - - - Mi riqueza más valiosa es la esperanza, certidumbre que el Espíritu me ha dado por puro amor, benévolo y gratuito. Es el tesoro más preciado con que cuento. Te lo quiero prodigar a manos llenas. Compartir con vos mi esperanza es llenar tu corazón y el mío de una luz de aurora, de un color de cielo. Es encender un fuego que arde y que no quema; que corre por las venas como un vino añejo despertando anhelos, mitigando penas. Es entrar de puntillas al santuario en sombras y rasgar el velo. Es despabilar la lámpara que humea. Es invitarte a esperar juntos en los umbrales de la madrugada, la alborada que se anuncia, y vislumbrar en la penumbra fugitiva el tenue resplandor de la Patria prometida. Y aprestarse a desplegar las alas.