Precoz genio rosarino surgido de la inolvidable trova, naufragó hacia Buenos Aires para sacudir los cimientos de nuestro rock ochentoso. Fito es una perla brillante que nos enseñó que había amor después del amor y que nos llevó de gira en su imbatible Circo Beat. Lejos de cualquier encasillamiento, su talento se multiplica en una obra maravillosa y, con orgullo, se constituye en un heredero del legado de Litto Nebbia, Charly García y Luis Alberto Spinetta. Sus canciones surcan los recovecos del alma alentándonos a confiar y burlándose del destino; sus manos al piano nos dan cobijo espiritual porque sus discos hacen de este mundo un lugar mejor.