¿Cómo es posible que los alumnos, a pesar de que saben leer, no comprenden lo que leen? ¿Cómo, a pesar de que dedican tiempo y esfuerzo a desarrollar sus tareas escolares, no aprenden? Es a partir de estos interrogantes que Celia Galvalisi y María Cristina Rinaudo analizan en profundidad los libros escolares (su diagramación, presentación, el uso de recursos que hacen y la forma en que los docentes lo usan en el aula), para poner en práctica una respuesta que favorezca los procesos de aprendizaje. Este libro aborda de manera directa el problema de la dificultad comprensiva que se produce en los escolares cuando trabajan con textos académicos, a la vez que presenta una serie de importantes sugerencias sobre cómo facilitar al alumno la adquisición de ese conocimiento especializado, haciendo del texto un digno transmisor de conocimientos, expresando las ideas de la manera más clara y asequible posible.