Luego de la represión estatal en Argentina que censuró la obra de Rodolfo Walsh y cometió su asesinato en 1977, el autor fue recuperado como intelectual comprometido por el periodismo de investigación, la literatura testimonial y la militancia política. Esta rehabilitación póstuma, conectada a construcciones de memoria colectiva en las décadas del 80 y del 90, acaso obturara la indagación de tensiones productivas que circulan bajo la fijación de Walsh como exponente de la dicotomía literatura/política fechada hacia 1970. Su escritura genera una poética política externa a clasificaciones, que modifica el estado de la crítica y actualiza conflictos culturales tramados en la tradición maleable de la lengua nacional.